lunes, 21 de septiembre de 2015

LA MALDITA PRIMAVERA

   (el inconformismo de un Neandertal)
                               (poesía)






Será, será. Así que mientras que los suertudos del Norte, se acostumbran a los deleites del Otoño; días más cortos, atardeceres rojizos y Lunas  más grandes.

Será, será. Así que mientras las lindas hojas que caen, con ese tibio aire de fines de Verano, que sonrojan hasta el más amargado.

Más aquí, en el olvidado Sur del hemisferio, somos víctimas de la condenada Primavera.


El mediado de Septiembre, los capullos del ciruelo; el día que se hace más largo y ese detestable polen de las delicadas y torpes flores, que vienen de la mano con las asexuadas esporas, de árboles fornicadores.

Primavera, me asustas tu... Mis ojos rojos y estornudos, estarán a la orden del día; mariposas de azules ropajes y marrones audaces; sé que me perseguirán, por mis colores.

Verdes hojas, madrigueras de insectos invernadores, detengan a esta primavera maldita...  Os lo imploro.


Y morí...  Y muerto de estornudos moriré, morí con melodramáticas trompetadas de mi nariz... Mis ojos rojos son testigos dello...



              Primavera maldita.


domingo, 13 de septiembre de 2015

Pensándola y viajando con su silueta que dibujan las nubes.


Ella querrá otros ojos que la miren como yo la veía, recordará siquiera aquellas viejas canciones que la hacían suspirar como lo estoy haciendo hoy; a caso sabrá que aún los vientos apasionados vuelan hacía donde está ella...

Ella... Pensará todavía en locuras, en ternuras y ese sensible roce que hacía mi aliento a su pelo. Suspiraría todavía en noches de lunas llenas y estrellas de olvido, deshojando madrugadas y mañanas en que se despiertan amargas ausencias; más allá mirando al cielo, como solía hacerlo ella.


Ella pasará, contrastando su delgada figura a la ventana de mi domicilio, cuando me encuentro ausente en otros lugares; pensándola y viajando con su silueta que dibujan las nubes. Mis sueños se entristecen, con el hábito cruel de hacer guardia a su barca que no atraca, recitando mis poemas que llueven nostálgicos de tanto invocarla a ella.... A ella.