Ella querrá otros ojos que la miren como yo la veía, recordará siquiera aquellas viejas canciones que la hacían suspirar como lo estoy haciendo hoy; a caso sabrá que aún los vientos apasionados vuelan hacía donde está ella...
Ella... Pensará todavía en locuras, en ternuras y ese sensible roce que hacía mi aliento a su pelo. Suspiraría todavía en noches de lunas llenas y estrellas de olvido, deshojando madrugadas y mañanas en que se despiertan amargas ausencias; más allá mirando al cielo, como solía hacerlo ella.
Ella pasará, contrastando su delgada figura a la ventana de mi domicilio, cuando me encuentro ausente en otros lugares; pensándola y viajando con su silueta que dibujan las nubes. Mis sueños se entristecen, con el hábito cruel de hacer guardia a su barca que no atraca, recitando mis poemas que llueven nostálgicos de tanto invocarla a ella.... A ella.
Magnífico!!! Lo niegas, pero eres todoo un romántico.
ResponderEliminarUn abrazo