Vi aquel rostro, por interminables calles y ciudades y apestosos parques; mirada guardada de ternura infinita.
Tus cabellos apenas pueden verme desde tu tristeza, caminando por esas calles y ciudades y apestosos parques—extraña chica ensimismada de mirada negra.
Agolpados vientos susurran una canción, interminables sonidos y murmullos claman por morder esa mirada tuya; llamando un momento mi atención; pero no me ves...
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